Limones
El cariño en verano
pegotea.
Subido a un limonero
me lanzabas
sus frutos
deslumbrantes:
yo los ponía en mi remera
dejaba la panza al
aire
y acunaba las
docenas amarillas.
Con algunos hacías
malabares
antes de que se
precipitaran
desde las ramas más
altas.
Me gritabas desde
los cielos
que era preciosa
y me llenabas el
vientre de esferas.
Los autos atravesaban
las rutas
con valijas en los
techos
volvían a lo de
siempre.
Te acercaste
dijiste que era hora.
Las esferas rodaron
por el pasto
despojadas de mis
brazos.
Era una lástima no
vivir como en las películas
vendiendo limonada a
imposibles transeúntes.
http://www.revistasiamesa.com.ar/2010/12/jimena-repetto.html
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